Era en el año 1958, cursaba el II grado la primera generación y la Escuela seguía siendo una Escuela nueva, con algunos faltantes, y una de las cosas que faltaba era la adopción de algún animal con el carácter de Mascota, que identificara a la Escuela, con el vehemente orgullo, tanto en desfiles cívicos como en las competencias deportivas, culturales etc. Se pulsó el sentir de los alumnos y todos lo aceptan, así que lo que faltaba saber era cuál animal sería la mascota, hubo muchos nombres, mucho entusiasmo y quien sabe a que alumno se le ocurre que un venadito era lo que la Escuela necesitaba, paulatinamente se dejan de mencionar otros nombres, todos quieren que sea ése.
Inclusive se hacen aportaciones económicas entre compañeros, después por grupos y entre los 10, 20 y 50 centavos que cada uno aportara, logran reunir una cantidad suficiente para comprar ya por deseo unánime el venadito, el depositario de los fondos lo era el C. Director del Plantel , Lic Armando Hernández Quiróz , y el problema que tenía ahora era dónde conseguir el venadito y sobre todo que fuera como los muchachos lo querían, muy especial, que fuera joven como ellos, ágil, despierto y hermoso, vaya tarea no imaginada para el Sr. Director, sin embargo parece que algún alumno le dio la información para conseguir el venadito y efectivamente, se compra, se le acondiciona un espacio y resulta la mascota en forma de venadito, se le cuida y se le alimentaba, y sobre todo se le mimaba, era el orgullo, era la representación que obligaría a conquistar medallas y trofeos y en el relato de deportes parece ser cierta la motivación de la mascota por los resultados obtenidos. El cuidador del venadito el Sr. Arnulfo García González.
